raul_moreno_izquierdo | July 9, 2024, 9:43 p.m.
Había una vez un hacker llamado Tom, famoso en el mundo subterráneo de la ciberseguridad por su capacidad de infiltrarse en cualquier sistema. Para Tom, cada firewall y sistema de encriptación era simplemente una "valla" que él se saltaba con facilidad. Un día, Tom decidió poner a prueba la seguridad de una gran corporación, Megacorp Inc. Con una sonrisa sarcástica, miró la pantalla de su computadora y dijo en voz alta: "Mira, aquí hay una valla, y me la he saltado." Pulsó unas cuantas teclas y, en cuestión de segundos, había accedido a los datos más sensibles de la empresa. Mientras tanto, en la sede de Megacorp Inc., el CEO, el señor Johnson, recibió una notificación de la brecha de seguridad. Alarmado, convocó a su equipo de TI para una reunión urgente. "Señores, alguien ha traspasado nuestra seguridad. ¿Cómo es posible? ¡Tenemos una valla!" exclamó el señor Johnson, señalando un diagrama en la pantalla que mostraba el avanzado sistema de defensa cibernética de la empresa. Tom, disfrutando del caos que había causado, decidió contactar directamente al señor Johnson para ofrecerle una demostración en vivo. Haciéndose pasar por un consultor de seguridad, obtuvo una cita y llegó a la oficina de Johnson con una actitud confiada. "Señor Johnson, soy Tom, y he venido a mostrarle cómo me salté su valla." "Pero... ¡tenemos una valla!", protestó el señor Johnson, incrédulo. "Sí, claro," respondió Tom con un tono sarcástico, "pero me la he saltado." Johnson, frustrado, insistió: "Pero había una valla." Tom, con una sonrisa irónica, replicó: "Y yo, muy educadamente, la he saltado." Para ilustrar su punto, Tom se conectó a la red de Megacorp Inc. y, con unos pocos clics, volvió a entrar en el sistema. "¿Ve? Aquí está la valla. Y ahora, no está." El señor Johnson, ahora claramente exasperado, preguntó: "¿Cómo es que te has saltado la valla?" Tom se recostó en su silla y respondió con sarcasmo: "Es una valla. Saltar vallas es lo que hago." Al final de la reunión, Tom ofreció sus servicios para reforzar la seguridad de Megacorp Inc. Johnson, viendo la realidad de la situación, aceptó la oferta, aunque con un cierto resentimiento. Pero al finalizar el contrato, Tom tuvo una epifanía. Reflexionó sobre sus acciones y las palabras del señor Johnson resonaron en su mente: "Había una valla." Comprendió que su habilidad para saltar vallas no justificaba sus acciones. Cada empresa, cada individuo, tiene su propio nivel de defensa, su propia "valla" para protegerse. Lo ético no es encontrar y explotar estos agujeros, sino respetar las barreras y trabajar para mejorar la seguridad de manera constructiva. Así, Tom decidió cambiar su enfoque. Dejó de saltar vallas y comenzó a ayudar a construirlas. Se convirtió en un defensor de la ética en ciberseguridad, enseñando a otros hackers que siempre habrá agujeros en cualquier sistema, pero que el verdadero desafío y la verdadera victoria reside en respetar y mejorar esas defensas. La moraleja de la historia es que siempre se podrán encontrar agujeros en la seguridad de cualquiera. Lo ético es aceptar que cada uno tiene un nivel de defensa diferente y respetar esas barreras, trabajando juntos para un entorno digital más seguro.