Hoy quiero destacar algo fundamental: la necesidad de trabajar mano a mano con el software propietario. En un mundo donde a menudo se nos empuja a ver las cosas en términos de «nosotros contra ellos», es crucial que recordemos que no hay una guerra entre el software libre y el propietario. No estamos aquí para dividirnos, sino para encontrar formas de coexistir y colaborar.
El software libre y el propietario no son enemigos. Cada uno tiene su lugar y su valor en la vasta gama de herramientas tecnológicas que usamos todos los días. Nuestro objetivo no es imponernos unos sobre otros, sino aprender a caminar juntos, respetando las diferencias y aprovechando las fortalezas de cada uno.
Debemos enseñar y demostrar que podemos vivir en paz, que nuestras elecciones en tecnología no tienen que ser motivo de conflicto, sino oportunidades para complementar nuestras capacidades y ampliar nuestras posibilidades. Trabajar en conjunto, compartir conocimientos y recursos, y respetar los diferentes modelos de desarrollo nos permite avanzar hacia un futuro donde la tecnología sirva mejor a toda la humanidad.
No estamos aquí para luchar, sino para construir, para crear un entorno en el que tanto el software libre como el propietario puedan prosperar, cada uno a su manera. En lugar de enfocarnos en lo que nos divide, debemos centrarnos en lo que podemos lograr juntos, en cómo nuestras colaboraciones pueden llevarnos más lejos de lo que podríamos llegar por separado.
El verdadero desafío no es elegir un bando, sino encontrar la manera de unir fuerzas, de sumar lo mejor de ambos mundos. Es en esta unión donde reside nuestra verdadera fortaleza, y es trabajando juntos como podremos construir un mundo tecnológico más inclusivo, justo y próspero para todos.
Muchas gracias.
Raúl Moreno Izquierdo